Dolor
Dolor. Miedo. Shock. Nervios a flor de piel, noche envuelta en blanco y angustia. Ausencia. Jamás me habían puesto anestesia total. Se me antoja algo muy parecido a morirse, morirse sólo un rato, para encontrarte después con amables caras luciendo gorritos verdes que te dicen: “Ya estás!”, que te ponen oxígeno, que te tapan con gruesas toallas también verdes (me moría literalmente de frío). Nàusea, y cuando has sido consciente una a una de todas esas vertiginosas sensaciones, y una anestesista cariñosa te pellizca la nariz, el dolor. Y a medida que pasan las horas, la consciencia de tí misma. De tu capacidad para aguantar, de tu valentía, de tu presencia de ánimo, de tu cuerpo, enorme, que resulta más que nunca una molestia, y al que no te atreves a odiar, escuchando el eco de un vago sentimiento de culpa que te avisa de que ya le odiaste bastante antes, y por eso estas hoy aquí, y así. Consciencia de tu cobardía, de tu miedo, de la escasa capacidad para dominar tu dolor físico y para contener tus emociones y evitar que se conviertan en tus enemigas. Consciente del amor, cada minuto, reconfortante en medio del desasosiego. Temerosa de no saber corresponder, temerosa de la pérdida sufrida, tensa de pánico por sufrir cualquier otra pérdida, ahora, o en un futuro. Imersa en semejante caldo de falta de autoconfianza y temores varios, oigo su voz que sin cesar me recuerda “has de creer, has de creer en ti, no tengas miedo”. Pero me rebelo. Parece que hace mucho tiempo perdí esa capacidad de creer en mi y la sola posibilidad de recuperarla es otro eslabón de miedo al fracaso en mi cadena de inseguridades. No me abandono. Medito, respiro hondo, no me separo de mis piedras (y me acuerdo de Mon cada vez que las miro y las toco, Mon cómo me están ayudando las piedras, nunca creí...). Intento convencerme de que puedo, intento serenarme para aguantar un tirón de dolor mejor que un movimiento lento que me desgarra las entrañas. Intento, intento. Y a menudo me rompo, en mil pedazos, con estruendo. El corazón y la cabeza, el alma misma en el centro de este volcán completamente incontrolado, trabajan como no lo hicieron nunca antes de ahora. Me repito a mi misma que cada minuto de esta prueba es una lección de vida, y que tengo que sorber hasta la última gota, que no puedo permitirme dejar resbalar fuera de mí las preciosas savias que los momentos y las situaciones rezuman sobre los labios de mi reconocimiento. Perdonarme a mi misma quizás no estaría de más. Y entender que para volver a empezar no basta con poner parches, si no que hay que hacer borrón y cuenta nueva. Y que la oportunidad de oro, duele. Bueno, la vida no da nada gratis, qué esperabas, boba?
18 comentarios
milan -
joe -
momo -
maxis -
dolor -
me siento nada,vacia x dentro sin ganas de vivir... todo se esfumo y nunca fue,soñabamos con estar juntos pero no se puede esperar tanto tiempo,no podemos depender de un sera o no! y asi me dejo un ser q no kiere vivir no kiere seguir ni existir.
apreciariaria mucho q alguien me de un consejo..no se k hacer..como seguir y salir de este inmenso dolor!!
poeta oculto -
más aun cuando en el verdadero amor
encuentres tu redención,
te mirare desde el abismo,
no te prometo el cielo por que yo ya lo perdí.
Marta -
Driadas -
No se muy bien el motivo de pq (tampoco es asunto mio), pero la cuestión es intentar pasito a pasito seguir adelante, y hacerle caso a esta frase, aunque la termines odiando pq te la han repetido tantas veces. (lo digo por experiencia...)
Cuidate.
Suerte con tu blog, y con todo...
Bye
gabriela -
Ojala tengas un año excelente!
lua -
Dark kisses
lua -
Dark kisses
Trini -
Un abrazo.
PD: Vuelvo a cambiar el enlace.
Dinobat -
JD
kuan -
ánimos
Brisa -
Mira espero que tu salud esté mejor, y sobre todo linda que te veas tan bella como te vemos los demás, ¿pq esa falta de confianza? no te la mereces, por lo que yo te conozco no te lo mereces. Yo creo que tienes razón, primero es perdonarte, aceptarte, comprenderte y sobre todo quererte, quererte al menos como quieres a los demás..
Muchos besitos y moonsa si necesitas mimos y ánimos sabes que solo tienes que avisarme. Muakssssssssssssss
Esas piedritas seguro que son mágicas como Mon. :) y como tú :)
Blanca -
¿Sera que todo lo malo repara algo?, ¿por pequeño y escondido que este... "eso"?.
Creeme que cuando una se acostumbra a lo malo, siempre puede ser peor! Asi que mejor no te acostumbres y mejorate pronto ;)
Vamossssssssssssss si coges carrerilla seguro que llegas!!
Moonsa -
white -
Un saludo y un fuerte abrazo.